Falta apenas una semana para mi trigésimo segundo cumpleaños. El número 32 siempre me ha dado suerte.
Después de algún tiempo ausente, inmerso en otras cosas, regreso ahora a mi sitio. Es hora de detenerse y prestar atención a lo que uno ha conseguido hasta ahora, de mirar atrás y ordenar lo que uno es hoy. Seguimos.